Dios ha sido mi maestro de vida; me ha enseñado a vivir, a utilizar mis talentos, emociones y pensamientos en su forma máxima. Y estas reflexiones son un resultado de una pizca de su sabiduría regalada a mi persona. Recordemos que solo somos portavoces de su verdad. Cristo le dijo a Pedro cuando confesó que era el Cristo, el Hijo del Dios viviente, que dichas palabras no habían sido reveladas de su carne o sangre, sino del Padre, por supuesto, a través de su Espíritu. Espero poder ser de bendición para tí. Y si consigo dicha meta, te animo a que compartas este libro con los que te rodean, y crees que pueda bendecir también. ✨Gracias ✨ Dios te Bendiga Grandemente.